Cerca de la frontera entre Sinaloa y Chihuahua se encuentra Álamos, un Pueblo Mágico de Sonora que alberga en sus calles mucha historia y lugares por conocer, entre ellos, su propio Callejón del Beso. 

Este callejón fue una de las primeras construcciones de la Ciudad, entre las casas que lo forman habían dos balcones cuyas rejas se encontraban muy cerca una de la otra. 

Foto: Gobierno de México

La arquitectura avivó la flama del romance de dos jóvenes que habitaban las casas vecinas.  Sin embargo, sus familias estaban enemistadas, por lo que los jóvenes solo encontraban refugio en encontrarse en el balcón a escondidas, que les permitiera besarse.

Actualmente, se puede dar un paseo por este callejón, aunque solo uno de los dos balcones sobrevive, el otro fue destruido por inundaciones ocurridas en 1968.

Cuenta la leyenda que las parejas que visiten Álamos y pasen por este callejón deben sellar su amor con un beso para que este sea próspero y eterno.

Visita Sonora

Además de este callejón con una romántica leyenda, Álamos sorprende por su arquitectura y tradiciones.

Por un lado, vestigio de los asentamientos españoles en el barroco, los pueblos originarios y su actividad principalmente minera en la zona. 

Fundada en 1685, Álamos originalmente se le llamó Real de la Limpia Concepción de los Álamos y también Real de los Frailes o “la Ciudad de los Portales”.

Otros de sus atractivos para visitar son la Plaza de Armas, con su kiosco morisco, rodeado de palmeras y jardines, así como el Palacio Municipal, con su construcción de ladrillo sostenida por 48 columnas de hierro que data de 1899.  

Foto: Gobierno de México

Este pueblo mágico es sede de uno de los eventos culturales más importantes del Noroeste del país, el Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado, en memoria al célebre médico, tenor y compositor. 

Por si fuera poco, es el lugar de nacimiento de María Félix, por lo que existe un museo con más de 700 piezas y algunos objetos personales auténticos de “la Doña”.

Visitar Álamos es darse la oportunidad de un paseo por calles coloniales. llenas de sorpresas.